Bankir y sus hombres han estado defendiendo las líneas del frente ucranianas contra los ataques rusos durante más de dos años. Sin embargo, solo recientemente han podido golpear directamente dentro del territorio ruso.
La autorización reciente de Estados Unidos y otros aliados para utilizar armas occidentales en territorio ruso ha tenido un impacto significativo, según Bankir. “Hemos destruido objetivos dentro de Rusia, lo que permitió varias contraofensivas exitosas. El ejército ruso ya no puede sentirse seguro e impune”, dijo un alto oficial del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) a CNN, pidiendo ser identificado solo por su apodo por razones de seguridad.
Después de muchos meses en desventaja debido a la escasez de municiones y mano de obra, Kiev finalmente está aprovechando al máximo la ayuda militar occidental que comenzó a llegar el mes pasado tras varios retrasos.
Los soldados en las líneas del frente dicen que las entregas están empezando a marcar la diferencia, especialmente ahora que pueden usar el arsenal para atacar al otro lado de la frontera.
“Podemos ver el impacto de la ayuda todos los días. Artillería, sistemas de lanzamiento múltiple de largo alcance con varios tipos de municiones y submuniciones… está afectando la situación general en el campo de batalla”, dijo Iván, un oficial de la 148ª brigada de artillería, a CNN. También pidió que no se publicara su nombre completo por razones de seguridad.
“Estamos desplegando los sistemas de armas más efectivos en las áreas donde los rusos están tratando de romper las líneas defensivas y ha habido una desaceleración significativa en el avance ruso”, añadió.
Si bien Kiev no ha logrado recuperar grandes extensiones de territorio, ha evitado un desastre potencial: la ocupación de Járkov, la segunda ciudad de Ucrania.
‘Momento crítico’
Parte de la región norte de Járkov, incluidas las ciudades de Izium, Kupiansk y Balakliia, cayó en manos rusas poco después de que Moscú lanzara su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022.
La ocupación fue brutal. Cuando el área fue liberada en el otoño de 2022, las tropas ucranianas encontraron evidencia de presuntos crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas, incluidas múltiples fosas comunes y cámaras de tortura.
En mayo de este año, Rusia lanzó otro ataque transfronterizo en la región, tratando de explotar la escasez de municiones de Ucrania antes de la llegada esperada de las primeras armas occidentales.
Las consecuencias fueron mortales. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) dijo que al menos 174 civiles murieron y 690 resultaron heridos en Ucrania en mayo, el mayor número de víctimas civiles en un año.
Más de la mitad de las víctimas civiles se encontraban en Járkov, a pesar de que la región abarca una área relativamente pequeña en comparación con todo el país.
El experto en seguridad internacional Oleksiy Melnyk, ex funcionario de defensa ucraniano y codirector de programas de relaciones exteriores y seguridad internacional en el Centro Razumkov en Kiev, dijo a CNN que la reocupación de áreas previamente liberadas al norte de Járkov fue un “momento crítico” para Ucrania.
Pero también marcó un punto de inflexión importante.
“Provocó un cambio en la posición de nuestros socios occidentales, los alentó a, al menos parcialmente, eliminar las restricciones sobre el uso de las armas occidentales”, dijo.
Temiendo una escalada, Estados Unidos y otros aliados occidentales habían prohibido durante mucho tiempo a Kiev usar sus armas para atacar dentro de Rusia, restringiendo su uso a áreas ucranianas bajo ocupación rusa.
Eso permitió a Rusia usar las áreas fronterizas como bases seguras para ofensivas y ataques con misiles.
“(Rusia) sabía que Ucrania no tenía la capacidad para atacar estos objetivos en territorio ruso”, dijo Melnyk.
“Si la decisión (de proporcionar ayuda) no se hubiera tomado, si hubiéramos perdido el apoyo y la asistencia militar estadounidense, eso habría sido un cambio decisivo”.
Pero la posibilidad de la reocupación rusa de partes de la región de Járkov convenció a algunos de los principales aliados de Ucrania, incluidos Estados Unidos, de levantar las restricciones. Esto permitió a Kiev atacar y destruir o dañar gravemente objetivos clave dentro de Rusia.
Según las autoridades de defensa ucranianas, estos incluían un puesto de mando de regimiento en la región de Belgorod, un depósito de municiones en Voronezh, una instalación de drones y un aeródromo en Krasnodar, centros de comunicaciones en Bryansk y varios sitios navales en Crimea ocupada.
La llegada de los sistemas de misiles ATACMS de largo alcance fue un cambio decisivo, dijo Melnyk. Si bien Ucrania anteriormente podía atacar objetivos dentro de Rusia utilizando drones fabricados en Ucrania, los ATACMS hacen que estos ataques sean mucho más eficientes.
“La velocidad importa”, explicó Melnyk. “Con los ataques con drones, los rusos tienen horas para reaccionar, porque pueden detectar los drones ucranianos temprano. Los pilotos rusos pueden tomar un café y un cigarrillo antes de subirse a la cabina y despegar para derribarlo. Con los ATACMS, es cuestión de minutos”, dijo.
Konrad Muzyka, analista de defensa independiente y director de Rochan Consulting, que recientemente regresó del este de Ucrania, dijo que Rusia ya no puede atacar la región de Járkov con los sistemas de misiles S-300 y S-400.
“Ucrania comenzó a realizar ataques HIMARS en objetivos en la región de Belgorod y obligó a los rusos a empujar su sistema S-300 con el que estaban atacando Járkov mucho más lejos, por lo que ahora Járkov está fuera del alcance de los sistemas S-300 rusos”, dijo.
Si bien Rusia cambió a bombas planeadoras aéreas, municiones guiadas con alas desplegables lanzadas por aviones de combate desde una distancia de unos 60-70 kilómetros, fuera del alcance de las defensas aéreas de Ucrania, la eliminación de la amenaza S-300 ha proporcionado al menos algo de alivio a Járkov.
¿Armas sin hombres, hombres sin estrategia?
Pero aunque las nuevas armas están haciendo alguna diferencia, Ucrania está lejos de poder expulsar a las fuerzas rusas de su territorio.
Otro oficial de la 148ª brigada de artillería independiente, que usa el apodo de Senador, dijo a CNN que todavía hay mucho más que Ucrania necesita.
“No es suficiente para cambiar el rumbo en el frente. Suficiente para mantener al enemigo a raya, sí, pero no suficiente para cambiar drásticamente la situación”, dijo.
“El enemigo ahora está exhausto pero no destruido”, dijo, señalando el hecho de que Rusia todavía tiene completa superioridad aérea sobre Ucrania.
Kiev ahora está poniendo sus esperanzas en las entregas de aviones de combate F-16 que deberían comenzar pronto: los primeros pilotos ucranianos estaban programados para completar su entrenamiento en Estados Unidos este verano.
Pero Muzyka dijo que está lejos de ser seguro que los jets traigan un cambio masivo a las fortunas de Ucrania.
“Los F-16 son aviones de combate de los años 80 y 90 y sus capacidades son peores que los aviones de combate rusos más modernos”, dijo, y agregó que es probable que los jets rusos más nuevos prevalezcan en una batalla aérea con los F-16.
Sin embargo, Ucrania aún puede usar los F-16 para negar a Rusia el control sobre los cielos y alejar a los aviones rusos que lanzan bombas.
Sin embargo, las nuevas armas son solo una parte del rompecabezas.
“Si no hubiera sido por el paquete complementario, los ucranianos estarían en una situación mucho peor en este momento, pero al mismo tiempo, la situación actual no es solo el resultado de la falta de acciones del Congreso de EE. UU., también es el resultado de las decisiones que se tomaron y no se tomaron en Kiev, especialmente cuando se trata de la movilización”, dijo Muzyka.
“La decisión de introducir una movilización más amplia fue probablemente tan importante, si no más importante, y llegó demasiado tarde”, dijo. La nueva ley de movilización, que exige que todos los hombres entre 18 y 60 años se registren en el ejército de Ucrania, entró en vigor en mayo.
Dijo que, aunque Ucrania ha logrado reclutar un número significativo de hombres en el último mes y medio, llevará tiempo entrenar a estos nuevos soldados y prepararlos para las líneas del frente.
“Los ucranianos van a estar en una posición muy difícil hasta agosto, septiembre, cuando los primeros chicos movilizados comiencen a ingresar a la línea del frente. Si pueden llegar a ese punto, entonces hay una gran probabilidad de que logren estabilizar la situación a partir de agosto, pero hasta que eso suceda, es muy probable que se produzcan más avances rusos”.
Muzyka dijo que con las nuevas armas llegando y los batallones y brigadas recibiendo un impulso pronto de los nuevos reclutas, Ucrania necesitará decidir sus próximos pasos.
“No está claro cuáles son los planes. ¿Cuál es la estrategia para las contraofensivas? El problema es que Ucrania está esperando ver qué equipo puede suministrarles Occidente, y Occidente está esperando ver qué planes tiene Ucrania para el futuro”, dijo.
El tiempo es crucial aquí. Los expertos estiman que el paquete de ayuda de $60 mil millones aprobado por EE. UU. a principios de este año dur